LAS TOLAS

Son túmulos o lomas silenciosas donde nuestros ancestros enterraban a sus antepasados; son rastros de un ayer que nos pertenece, y que floreció antes de la conquista hispana, cuando el español valiente y audaz en unos casos; ansioso de oro y destrucción en otros, llegó a estas tierras vírgenes donde sus habitantes sencillos y nobles, pero bravos e indómitos ante la dureza peninsular, fueron obligados a rendir pleitesía a la corona española.

En nuestro Cantón, centro montubio de primer orden, se encuentran las “tolas” en determinados sectores como en “Candilejos”, La Semira”, Las Tinajas”, así como en el “Pijio” y en la parroquia Victoria donde se hallan restos de una alfarería muy bien elaborada, así como joyas de oro y plata artísticamente labradas. Grandes “tinajas” de carácter funerario se han encontrado en la Hacienda Pijio de los señores Burgos Zapatier, en la Hacienda de los señores Decker, en la Victoria. En la biblioteca de Vernaza, en la escuela “Julián Sánchez” de la Victoria y en el colegio “Franciscano” de Salitre, se encuentran estos objetos como mudos recuerdos de la cerámica ancestral.

Es notable la “loma del cementerio” en Salitre, donada por  el señor José Osorio Moreira, donde Don Salavarria que vivía en una ladera encontraba siempre objetos  de gran valor, que los vendía dicen a precios irrisorios. El notable escritor Don José de La Cuadra en su obra “Los Sangurimas” nos cuenta que en este cementerio ÑoSANGURIMA firmó un pacto con el Diablo en la piel de un recién nacido, que a su vez era hijo del protagonista de esa narración

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