LOS FUNDADORES DE SALITRE
Es conocido que el señor Franciscos Franco, construyó en 1846 la primera casa a orillas del Vinces, en la Bocana; como buen ciudadano regaló solares a los que deseaban construir sus viviendas, y así llegaron los Osorio, Quinto, Sánchez, Contreras, Falcones, Jiménez, etc. Don Pío Poveda y Don Manuel María Lago, hicieron más tarde lo propio donde se asienta el centro de Salitre, regalando franjas de terreno, para los que deseaban levantar un techo para vivir; simultáneamente se sedimentaba el río Salitre y habría tierras para que las ocupen sus habitantes.
Los primeros pobladores de Salitre se dice que fueron Don Nicolás Romero, Don Pedro Ronquillo, Don Juan Quinteros, Don Manuel Romero (a) el zarco, y Miguel N. Sus nombres deben grabarse en el bronce de la posteridad.
NUESTRO TERRUÑO EN LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XIX
En un principio estos grandes pantanales eran tierras de nadie. Samborondon, tenía jurisdicción a lo largo del río Vinces, hasta más allá de la Bocana de Abajo; Baba, comerciaba activamente con Dos Esteros, dada su cercanía; Daule y Santa Lucía, influían en el resto de la parroquia Salitre, antes un simple recinto. En las tierras altas de todos estos lugares, había hatos ganaderos de gran importancia.
Según testamento de Don Joaquín Varas de la Vera, fechado el 22 de Marzo de 1845, constan como propietarios de fundos que debían pagar sus impuestos ante el señor León Vargas, Juez y Teniente Político interino de Samborondon, los señores Bernardo, Jacinto, Marcelo, Joaquín y Francisco Varas de la Vera, por sus propiedades en Rabasco y Briceño; y, también Don Ignacio Coello, Doña Paula León, Manuela de Vera, Don José Osorio, Francisco Contreras, Prudencio Sánchez, Juan Bajaña y algunos más por terrenos a lo largo del Vinces y en zonas anteriormente nombradas. Ello nos dice, que parte de lo que es hoy es la parroquia Salitre, estaba bajo la jurisdicción de Samborondon, durante la primera mitad del siglo XIX.
EL POR QUÉ DE LOS NOMBRES DE SALITRE Y LAS RAMAS
Estas fértiles tierras, colindantes con otras no menos ricas de los cantones antes citados, tenían grandes manadas de ganado que pastaban libremente. No se conocía el cuatrerismo, y cuando por circunstancias varias se extraviaban, los dueños del ganado mandaban a buscarlos en las zonas “Salitrosas” que habían donde hoy se asienta el poblado, particularmente el hospital, las escuelas de niños y niñas, y tras la iglesia, ya que eran los lugares preferidos para lamer la tierra por parte de los vacunos. Con el tiempo se acortó la palabra, y los señores hacendados decían simplemente- Vayan al Salitre-, ahí deben estar nuestros semovientes. El nombre de SALITRE debe mantenérselo siempre.
En lo tocante a LAS RAMAS, se debe el nombre a los ríos que cruzan la zona, que dan sus aguas al poético Guayas. Entre estos se cuentan, el Vinces o Bocana, el Salitre o las Avispas, el Mastrantal, Sapanal, Candilejo, Briceño y otros menores. De esta conjunción de ríos, con las ramas de los árboles que se doblan sobre sus orillas dando un maravilloso espectáculo, principalmente en noches de Luna, se creó el dicho popular de la zona de Las Ramas, que unida al nombre de una hacienda en Dos Esteros, dio origen a lo que era, un poblado incipiente, que recién nacía, alegre, rico, valiente, como todos los de la provincia Huancavilca.
LAS RAMAS, PARROQUIA CIVIL
Por el año 1859, Las Ramas pertenecía a Santa Lucia; Salitre iba adquiriendo características de pueblo. Baba y Samborondon veían con agrado el que esta rica zona les pertenecieran, y fue el 17 de Septiembre de ese año, cuando el Concejo de Daule en una histórica sesión, acordó crear una nueva parroquia civil con esta denominación siendo, ratificada esa resolución en sesiones del 17 y 24 de Julio de 1862, disponiendo que la cabecera parroquial sea en “Las Ramas” Hacienda de Dos Esteros, de propiedad del Conde Felipe Mendoza en el departamento de la “Gitana”, actuando el propietario o su delegado en los asuntos civiles.
Los límites de la nueva parroquia eran: Por el norte el Cantón Vinces, por el Sur, con las parroquias Samborondón y la Victoria; por el Este, con la villa de Baba, y por el Oeste, con Daule y Santa Lucia.
27 eran los recintos de la nueva jurisdicción parroquial: Aguacate, Bebo, Tintal, Bija, Bijagual, Bocana de Abajo, Bocana de Arriba, Briseño, Candilejo, Cañaveral, Dos Esteros, Guachapelí, Javilla, Jigual, Junquillal, Mastrantal, Pajuela, Palo Seco, Paipái, Pérez, Pozón, Rabasco, Ramos, Rincón Grande, Rompehato, San Nicolás y Los Sauces.
Siendo en realidad la parroquia más rica de Daule, el Concejo Cantonal de Baba se la anexó en 1963, ya que, el Congreso Nacional en ese año aprobó el Decreto Legislativo, por el cual Las Ramas debería pertenecer a esa ínclita villa. Pero estando de Gobernador del Guayas el patricio Dauleño Don Vicente Piedrahita, consiguió con documentos probatorios que el señor Presidente de la República Dr. Gabriel García Moreno, no sancionara con el “ejecútese” el precitado decreto, y Las Ramas continuó perteneciendo a Daule.
En 1873 se nombra como primer Teniente Político al señor Dámaso Contreras, propietario de la histórica “casa de Tejas” en Bocana de Abajo. Con su designación como primera autoridad parroquial, la cabecera que estaba en la hacienda Las Ramas, fue trasladada definitivamente a Salitre, centro poblado de relativa importancia.
El 17 de Septiembre de 1887, es elevada a parroquia eclesiástica, siendo su primer sacerdote el reverendo Isidro M. Muñoz.
En Julio de 1885 es creada la primera escuela predial, con sus profesores Ernesto Brito y años después Francisco Falcones. En 1898 el General Eloy Alfaro, dona una bomba de guimbalete, constituyéndose el Cuerpo de Bomberos, ADCRISTO a Daule. Su Comandante fundador fue el profesor Francisco Iñiguez Castro.